Fuerzas Frias

Nunca fue tan frio
tan inhospito
tan fragil
como este invierno

Su fuerza cobra vida en el aire
El cielo llora desamparado
cristales de estrella
se estrellan
y desvanecen en la tierra

El viento azota fuerte
corta mi voz
atasca mis huesos
con cada golpe
enfria mi pecho
de frio inesperado

Gotas heladas
gritandome en cada reflejo
recorren mis mejillas
riendose de mi en el espejo

Huyen
desesperadas
por encontrar
algun lugar calido
que las alimente,
que las cobije
los mantenga con vida

Entre latidos calidos
se esconden
me abrazan
me sienten

Con cada golpe de frio
los latidos se ralentizan
mi pecho se enfria
mis movimientos se oxidan

Cristales recorren mi interior
creciendo y atravesando
como estalactitas afiladas
amenazando los movimientos de mi corazon
Poco a poco, cesan ante el peligro.

El frio pesa
la sangre se congela
el invierno pega duro
cuando uno no lo espera

Las gotas tiemblan
entre el hielo que las atrapa
no saben salir
sienten su frio

No hay salida
y las luces se apagan
tiemblan en silencio
atrapadas en la oscuridad
El silencio les lame
buscando un beso
aliviar su temblor
extinguir su calor

Ahora,
las gotas heladas
me gritan en cada reflejo
petrificadas en mi interior
provocandome una sonrisa en el espejo

El frio se vuelve constumbre
el invierno una forma de vida
sonreirse entre la nieve
como un alma perdida

Solo quedo yo
con un sabor de soledad
y un recuerdo de un Madrid,
de un invierno,
mucho mas calido.

El invierno siempre pega duro
cuando uno no lo espera
pero el frio siempre ayuda
al menos a evitar volverse un alma en pena...

Sketches of Love

Ultimamente la gente me pregunta por quien es aquella chica. Desde detras del mostrador no la veia muy bien. Solo podia ver sus converse desgastadas colgando de sus tobillos cruzados, hiperlaxos. Estaban enmugrecidas por garabatos y "carpes diem" y otras frases hasta en la suela de los zapatos. Reconoceria esos zapatos en cualquier parte. Si alguien llevase esos zapatos,que no fuera ella, le preguntaria que de dondo los han sacado. Es mas,si alguien que no fuera ella,las llevase,no las reconoceria. No serian los mismos zapatos.  Los llevaba el primer dia que entró en la tienda hace un par de años. Me acuerdo porque arrastró barro por toda la entrada. Ella,seria porque se le habia mojado el pelo. Pero entre el lodo sus cordones parecian reflejar una sonrisa blanquecina que confirmé mirandome a los ojos mientras la entregue una toalla.
Pasaron los meses y aun no sabia como se llamaba,asi que me dedicaba a llamarla por los personajes de los libros que se sentaba a leer. Desde Octubre a Diciembre fue Anna...

Fue docenas de mujeres antes de que tuve el coraje de preguntarla su nombre. Me acuerdo porque a cada personaje que fue en ese rincon de la cafeteria, se le acercaba su amante protagonista para pasar a formar parte de su vida mientras durasen los capitulos de esa historia. Se acercaron a ella en todas menos en una y no supe como llamarla. Desde que empezo a venir,parecia siempre estar leyendo dos libros a la vez. Siempre que me acercaba a servirla el cafe y de paso tratar de echar un ojo a alguna d sus paginas de ese libro desconocido, apartaba el libro. Traia el libro forrado de papel de periodico. Parecia ser su favorito,pero no podia ver el titulo y no podia saber que personaje era. Habia veces en que no conocia el libro que estaba leyendo hasta que conocia al amante de esa historia,acercandose a ella con un te helado en la mano. En aquel momento entendi que cuando supiera quien era ella,sabria cual era ese libro y me convertiria en su protagonista junto a ella. "Bueno, y alguna vez te enteraste de que libro era,abuelo?" -pregunto Maximiliano,arropado en su cama. Claro que si...

Pasaron las estaciones y el solo preguntarla por lo que queria tomar cada tarde se habia convertido en una conversacion con la mirada. Muda e intensa. En la ciudad nevaba pocas veces,pero cuando lo hacia convertia las calles en icebergs,y a nosotros en pinguinos. Aquella tarde habia comenzado a nevar y no habia demasiada clientela. Los cristales estaban empañados y la nieve se elevaba por encima de la entrada cada vez mas. No habia nadie en la tienda asi que sali con la pala. Cuando tan solo llevaba un par de cavadas,senti a alguien tocandome el hombro. Era aquella chica de las converse garabateadas calentandose las manos con el vapor de su aliento que expulsaba por la boca. Alli estaba,con los mofletes sonrojados preguntandom si podia entrar. Deje la pala y la abri la puerta. Se acerco a la mesa proxima a la estufa del mostrador. Desde la maquina de cafe vi que estaba temblando. Ella,sin decir nada,cogio la manta que habia dejado sobre la mesa."Aqui tienes"le dije acercandome con un vaso."Un macciato de caramelo"

Ella cogio el vaso con una sonrisa. "Tengo buena memoria" le dijo devolviendola la sonrisa mientras ella tomaba un sorbo con la mirada perdida en la estufa. Le habia preparado esa bebida incontables veces. Cafe recien molido y chocolate puro amargo dandole un cuerpo fuerte,elegante y muy aromatico,enfrascado en nata y sirope de caramelo que acentuaba su dulzura,creando una bebida muy sensual al paladar. El se giro para volver a la entrada. "Quedate" le dijo ella volviendose para mirarle."Por favor". Me quede mudo. Atonito. "No hay nadie. No quiero quedarme sola" Ella se volvio hacia la estufa y siguio dando pequeños sorbos. Cogi mi libro del mostrador,acerque una silla a su mesa y me sente."Gracias" susurro. Estuvimos en silencio hasta que se acabo el cafe y arrimó la silla hacia mi lado y saco el libro forrad de papel de periodico.Se me abrieron los ojos como platos.Ahi estaba delante mio!"Oye"le dije un poco nervioso. Ella me miro" Como se llama ese libro?" dije. Ella sonrio. "Te lo digo,si me dices como te llamas tu"
Me rei nerviosamente. 'Daniel' dije sin apartar la mirada. Ella sonrió, 'Tenias pinta de Daniel'. 'Una vez conocí a un Daniel, era un capullo pero le queria.' Mire el libro que tenia aun en sus manos. 'Es el diario de mi tio' dijo ella. Esta lleno de textos de muchos libros, frases, ideas, pensamientos...pero lo que mas me gusta es que, a vecs, mi tio esribia pequeños relatos sobre dos mismos personajes sin nombre. Aun no se quien es, pero me da la impresion de que el es el protagonista y la chica es la mujer con la que se casó.' Sonrei. 'Ahora entiendo por que nunca lo sueltas' dijo él, y se quedó mirando la est estufa en silencio. 'No te gusta?' dijo ella. 'Me parece el mejor libro que te he visto leer hasta el momento' dije sin dejar de mirar la estufa. ' No vas a preguntarme como me llamo?' dijo ella, empezando a tiritar con los dientes. Me acerque un poco mas a ella y la rodee con el brazo para calntarla. 'Como te llamas?' le dije. 'Ahora no te lo digo' dijo sonriendo, 'Solo si me invitas a otro macciato' Volvi a sonreir y sali a prepararle otro café. 'Maria' dijo ella, 'me llamo, Maria'. La miré de reojo, 'aquí tienes, Maria' dije con una sonrisa.

Habia algo de ella, tan magnetica. Cada vez que le miraba a los ojos sentia una electricidad que me impedia apartar la mirada. 'De donde eres?' le pregunté. 'De España' dijo tomando otro sorbo de su café. Y como si un rayo me partiera en dos, su mirada me transportó a cuando yo tenia ocho años.
Mis padres me habian llevado de vacaciones a España. Habiamos alquilado un coche y mi madre habia puesto Sketches of Spain de Miles Davis, mientras conduciamos. Pasabamos por una pradera de girasoles, que giraban sus petalos hacia el sol a medida que se ocultaba tras los molinos de viento. Desde el horizonte fue apareciendo una hostal en lo alto de una colina. Llevabamos varios dias durmiendo en el coche y mi padre penso que seria una buena idea dormir en una postura completamente horizontal, para variar. En el recibidor mi madre fue atendido por una señora mayor, mientras mi padre sacaba las maletas del coche. Olia a pizza y en aquel entonces y siempre era mi comida favorita. Persegui el olor a pizza por los pasillos del hotel, abriendo puertas que pensaba que podrian llevar a ese delicatessen. Baje unas escaleras sin luz, agarrandome a la varandilla. No queria seguir por muy rico que oliera. Tenia miedo de la oscuridad. Sentia una presencia en la espalda, como si un hombre lobo me fuera a desgarrar el cuello en cualquier momento. Segui bajando con cuidado de no hacer ningun ruido, hasta que miré atrás temiendo lo que pudiera encontrarme. No veia nada. Estaba oscuro. Todo estaba absolutamente oscuro. De pronto otro olor aparecio desde la oscuridad y una risa. Parecia una niña. No reconocia el olor. No lo distinguia con el olor a pizza. De nuevo la risa, algo mas fuerte. Olia como a dulce, pero amargo. Como si fuera un limon azucarado. La risa venia desde debajo de mi. Segui caminando a tientas, manteniendo los oidos bien atentos.
Paso a paso iba adentrandome mas en esos escalones oscuros, hasta que no escuche nada en absoluto. Estaba asustado. Cuando extendi el pie para pisar el proximo escalon una mano se acercó a mi por detrás y me empujó. De nuevo esa risa. Cai de bruces contra el suelo. Sentia un escozor en el brazo mientras un liquido calido me lo recorria. De nuevo esa risa. Estaba justo enfrente de mi. Empece a llorar. No se por que pero empece a llorar. Ella me cogio la mano en la oscuridad y me guio escaleras abajo. Me guiaba por el olor sobretodo. Llegamos al final de la escalera y levante la mirada de mi brazo cubierto en sangre. Recuerdo que deje de respirar por un segundo. De esos momentos en los que tu corazon se queda tan embobado que se le olvida dar un latido. No podia apartar los ojos de su mirada. Tenia el pelo negro, largo, rizado y sujetaba un girasol en la mano. Eso era el olor. O eso creia. No podia concentrarme. 'A que huele?' le pregunté 'Mi mamá esta haciendo pizza' me dijo con una voz tan dulce. 'No, pizza no. Lo otro' le dije. ' No se a que te refieres' me dijo, curiosa. 'No lo hueles?' le dije, olisqueando el aire tratando de distraerme y no quedar atrapado en su mirada. 'No huelo nada' me dijo un tanto triste. 'Como que no? Si, ese otro olor' le die insistente. 'No, que no huelo nada, en absoluto. No puedo oler.' dijo agachando la cabeza. 'Como que no? Todo el mundo puede oler' le dije sonriendo. 'Yo no...' dijo ella comenzando a llorar. Me acerque a ella y le cogi el girasol. 'Te gustan los girasoles?' le dije. 'Si...' me dijo. 'Mas que ninguna otra?' dije yo. 'Si...'dijo ella de nuevo. 'Aunque no puedas olerla, la puedes ver, verdad?' le dije. 'Si...'dijo ella secandose las lagrimas.'A que es bonita?' dije yo. Asintio con la cabeza. 'Pero mira, no tiene petalos por todos lados, como los tulipanes, ni las rosas, verdad?' Ella me miraba. Pero sin embargo es la mas bonita. Solo porque le falten unos petalos no significa que no seas la mas bonita. Ella sonrió 'Pues claro!' dijo sonriendo. 'Aunque no puedas oler... eres la flor mas bonita de todas...' dije yo agachando la cabeza. La cara me quemaba mas de lo que lo hacia el corte en el brazo. 'Lo siento me dijo ella, señalandome el brazo' dijo ella 'te dolio mucho?'. Miré a otro lado 'No, no mucho' dije yo. 'Pues, por que llorabas?' me preguntó. 'Porque te reiste de mi...' Se abalanzó sobre mi, y me abrazó. 'No pretendia hacerte daño' dijo ella. 'No pretendi que lloraras...' dije yo

Maria me miraba desde detras de su Macciato. Aun no podia dejar de mirarla. 'Eres tu' dije yo. habia pasado tanto tiempo. Habia olvidado quien era y sin embargo desde el momento que la vi sentia que nos conociamos de antes. En esta vida, u otra. Ella siempre decia eso. En esta vida u otra, nos conocimos.

Miedo a volar

Lo llamamos miedo
miedo a atraparnos
miedo a enjaularnos

Hablamos de pajaros amarillos
tras barrotes de acero
que no pudieramos romper

Dije que debia darte libertad
pero solo te di compañía
mientras me ahogaba en mi jaula,
asustado...

No vimos los barrotes que ya teniamos
No vimos que ya estabamos atrapados
en nuestro miedo, a nuestra manera.

Fui un prisionero acomodado,
Viniste a liberarme,
pero me asusté al ver tus llaves,
pense que querias encerrarme

Lo llamamos miedo, pero en verdad era libertad.
Mientras uno temia el amor, otro temia la libertad
Mientras uno temia el dolor,y el otro la debilidad.

Ahora, uno teme el dolor, mientras otro teme debilidad.
Ahora uno teme el amor, y el otro teme la libertad
Ahora hemos cambiado,
al menos los papeles

Lo llamamos libertad
libertad para crecer solos
libertad para curarnos

Hablamos del pasado
desde una ventana de cristal
que tiembla con cada aliento

Dices que debo darte libertad,
pero solo quieres seguridad,
mientras te ahogas en tu jaula,
asustada...

No vemos que los barrotes siguen alli
No vemos que seguimos atrapados
a nuestra manera, por nuestro miedo.


Miedo a no poder olvidar,
no poder aceptar
no poder perdonar
no poder amar.

Eres una fugitiva asustada
Te vine a liberar
pero te asustaste al ver mis llaves,
pensaste que queria encerrarte

Lo llamamos miedo, pero en verdad era libertad
A veces temo, que solo nos pondremos de acuerdo en el olvido...
pero estoy harto de tener miedo...
...asi que no te olvidaré

...aunque solo sea por llevarte la contraria