Analize and Interpret

El tiempo pasa, y los tabues tambien. Cuando el sexo anal forma parte de tu vida cotidiana, tu mundo se pone del reves, y bocabajo. Y mientras intentas expandir tus horizontes, el sexo introduce una pincelada de ironia. Sobretodo cuando ella tiene la regla.

En esa semana estas invitado al sexo anal gustosamente. Te bajas los panatlones, disfrutas de la vista, pero si apuntas demasiado bajo...te estas equivocando de agujero.

Despues de años escuchando como la poblacion femenina que ha tenido la decencia de bajarse las bragas y agacharse por ti, te han dicho que por atrás era direccion prohibida. Ahora, te encuentras apuntando hacia un lugar mas calido y familiar de su entrepierna que de pronto se ha vuelto tierra hostil.

Las mujeres cambian. Los agujeros cambian. Pero siento que sigo en la misma postura que cuando perdi la virginidad. Igual esto va demasiado rapido. Pero supongo que, en verdad, lo unico que uno puede hacer es sacar la camara, fotografiarlo todo hasta el culo y sonreir. Al menos te acordaras con una sonrisa de la vez en que te equivocaste de agujero

Good Times

Una noche mas, cerramos los ojos esperando despertar mas cerca a la vida que queremos llevar. Un dia soñamos; otro, nuestro sueño se ha vuelto nuestra realiad. Todos nos miramos algo confusos buscando respuestas de que y cuando ha pasado, pero nadie sabe cuando se corrio la cortina para el cambio de escena. 'Esos eran los buenos tiempos' , se oye decir...si tan solo alguien me lo hubiera dicho.

El tiempo pasa a nuesro pesar. El mundo se mueve y nadie sigue sin decir nada. Quizas porque nadie sabe nada. O, quizas no hay nada que decir? No tenemos una musica disco, una epoca hippie o una guerra fria que nos defina. Los antiguos hablan de como las buena muscia y las buenas drogas quedaron decadas atras y de alguna manera, hemos perdido todo por lo que valia la pena vivir.
Ahora nos encontramos vagando por el falso techo de falsas vidas, buscando nuevas emociones que den sentido a nuestra vida. Pero solo damos con miradas silenciosas, follando hasta perder el sentido.

Pero que importa realmente. Nunca pierdas la esperanza. Dejame tu mirada. Mirame a los ojos y besame. Follemos hasta el fin del mundo, hasta el fin de nuestros dias, o solo hasta el amanecer, pero besame antes de que sea demasiado tarde. Igual estos son los “buenos tiempos” y aun nadie lo sabe.
Shhh...que sea nuestro pequeño secreto.

The pacemaker

Aun oye las risas de los niños, mientras deambula a medianoche. Sus gritos, sus clamores, sus burlas, sus horrores. Sigue vestido de payaso, igual que se desperto. Con una sonrisa maquillada de oreja a oreja, corrido por lagrimas y alcohol. El payaso, a medida que observa la monotonia del mundo, se vuelve a sentir triste. Tiene puesta su sonrisa, como cada noche, pero no esta sonriendo. El recuerdo de sus risas no es suficiente. Necesita un publico nuevo.

Pasea entre rascacelos, bajo nubes de humo que le hablan en susurros. Conversa con los susurros mientras camina lentamente entre sombras. Observando a cada persona que cruza su camino. Todos iguales. Todos rotos. Manipulados y acostumbrados a vivir adictos a su vida.Despertandose todos los dias para continuir comportandose igual que ayer solo para mantenerse a flote en una vida que significa absolutamente nada.

El maletin que arrastra se hace mas pesado con cada paso que da. El payaso sale al otro lado de un tunel, a la luz de una farola. En frente, un chalet urbano. Un ruido envuelto en un coche sin ruida delantera cruzo el aire de la calle como un cuchillo agudo. Con un golpe seco, embistio la base de la farola, proyectando al conductor sobre el asfalto. Se deslizo como un papel de lija sobre la entrada del chalet. Crisatles haban estallado en todas direcciones volando por encima de la cabeza del payaso. A medida que el acero de la farola cedia y caia con calma, la sombra del payaso crecia hasta la entrada de la puerta del chalet. Igual que la maldad crece y se extiende dentro de cada uno de nuestros corazones poco a poco, con el paso del tiempo. Aquella maldad que mueve los engranajes del mundo y motiva a las personas.

El payaso agarro el maletin con fuerza, sin hacer ninguna mueca aun, y camino hacia la entrada de la puerta caminando por encima tapacubos, cristales y el cadaver del conductor del coche estrellado que echaba humo a su espalda.
Abrio la puerta con una mano y la cerro con delicadeza detras de el. La casa estaba a oscuras. Mientras subia las escaleras trataba de recordar cuando fue la ultima vez que consiguio sonreir. No recordaba muchas cosas de los ultimos treinta años. Solo su mision, y como hacer su trabajo: Recolectar risas. Le gustaba mucho su trabajo. Conseguia explorar sentimientos que ninguna otra persona jamas llegaria a conocer. Y el saber, que solo el conocera esos sentimientos, le hacia muy feliz.

Camino hasta la puerta con letras de colores y ositos del final del pasillo, y entro con cuidado. La habitacion estaba en completo slencio, lleno de juguetes y peluches. Se acerco al pie de la cama que habia en el centro de la habitacion y toco la bocina que llevaba en su chaqueta suavemente. Lo repitio hasta que la chica que estaba acurrucada bajo el edredon se desperto refunfuñando.
El payaso la miro fijamente y abrio los ojos. La chica encendio la luz de su mesilla y le devolvio la mirada. El payaso se acerco bruscamente moviendose como un pinguino. La chica se echo un poco para atras en su cama, hasta que vio la amplia sonrisa pintada en su cara. El payaso acerco su mano detras de la oreja de la chica y saco una flor. La chica sonrio y le miro fijamente.
El payaso aplaudio mudamente saco un pañuelo de la manga y tapo la lampara de la mesilla de noche. Sacudio el pañuelo y la lampara se esfumo, dejando la habitacion a oscuras. La chica miro boquiabierta al payaso que dejaba el maletin sobre los pies de la cama.
Abrio el maletin de espaldas a ella, y sonrio para si mismo.

Todas las risas volvian a su mente como torrente sanguineo haciendo que su mente palpitase. Se moria por un publico nuevo. El acero de su maletin tambien. El payaso metio la mano en el maletin tratando de decidir por donde empezar. Con cada nueva idea que le cruzaba la mente, mas amplia se volvia su sonrisa.
La noche iba a ser muy larga. Esta noche el payaso espera que sus risas le duren un poco mas que la ultima