NEVER AS YOUNG AS TONIGHT


As Rant Casey once said, the future you have today is not the same you'll have tomorrow. So, for whatever tomorrow inspires me to write, I'll live today.

Here's
just an outlet of somesort where my keyboard can open up the world I see, for those who care to adventure in it.

An ongoing bilingual portfolio of somesort, seeking for guidance suggestions as well as publishing and publicity.


28/4/10

Sweet and Sour


Era luna llena. Hacia calor, y Jack estaba sólo, en calzoncillos, andando por la playa. Últimamente, el no poder dormir se habia vuelto una costmbre. Y por mucho que lo intentáse, no podía callar las voces de su cabeza. A Jack, le pitaban los oidos. Tragó saliva, pero fue tan útil como intentar dormir. Era como si su gato hubiera pisado el piano, y se hubiera decidido sentar sobre una de las notas mas agudas. Jack, se sentó en la arena y dibujó corazones en la arena con un palo, mientras esperaba a que se le pasara la agonía de su oído. La marea iba subiendo poco a poco, y la espuma de las olas ya rozaba la punta de los dedos de los pies. Jack, separó las piernas un poco y con el palo dibujó un corazon entre sus piernas. Una oleada de agua salada se arrastró hacia su entrpierna, devoró el dibujo y se fue. Jack volvio a dibujar un corazon, esta vez, trato de apretar con el palo, y hacer los trazos mas hondos. Las olas volvieron a acercarse, y al irse solo quedaba una ligera hendidura en la arena. Una sombra del corazon de Jack.
Suspiró, y trato de respirar el aire salado del mar. Nada. Tambien tenia la nariz tapada. Era inútil tratar de buscar algún moco que lo taponaba. La causa estaba muy adentro como para encontrarlo hurgando con la uña. Respiró mas fuerte. Nada. No entraba aire. Siguió respirando por la boca. Respirando aire insípido.
Jack, se cansó de dibujar corazones y tiró el palo, mar adentro. Miró al cielo. La luz caía exponencialmente. La luna ya no estaba. Las nubes, negras. El mar, negro. El aire, la arena, el puesto de salvamento...Todo desaparecia en la oscuridad que se deslizaba sobre él. La gran burbuja que rodeaba su cabeza, aturdiendo sus sentidos, se mezclaba lentamente con la oscuridad. Jack, no se veia ni a si mismo. No habia ruido. Ni siquiera los pitidos. Ni siquiera las voces. Solo un eco, sordo. Esta noche, Jack, no iba a dormir, pero las voces sí. Al menos las voces sí. Jack, sonrió. Sonrió, y desapareció con la oscuridad.

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