Iba a empezar con: ‘Algunas cosas nunca cambian’. Pero en su lugar, simplemente dire que aun espero algún mordisco en los pies cuando nado en el oceano. Aun me acerco al borde del precipicio de alguna altura fascinado por la idea de estallar tu cuerpo como un huevo roto. Aun me dan panico las agujas, y las cucarachas. Y aun no consigo quedarme a solas en casas enormes a oscuras, o caminar por los bosques a la luz de la luna. Las sombras me aterran. Aun no consigo no tener sudores frios al quedarme a solas, y desnudo con esa chica que me gusta. Aun no consigo decirle a mi padre lo que de verdad siento, pero pensándolo bien, ya ha pasado casi una década desde que me di cuenta de todas estas cosas, y si para empezar a nadie le importaron, ahora es a mi a quien le deja de importar.
No se exactamente en que momento ocurrió, pero supongo que en algún momento de la rutina de los últimos años. Entre los gritos y amenazas de papá, las cartas judiciales de agentes financieros, las lagrimas de mama, avisos de deshaucio y la sensación de que nada de lo que hiciera iba a enmendar nada en absoluto. Incluso el recuerdo de unos años antes, era mas alegre. Recuerdo que ni mi graduación había sido demasiado demasiado diferente, ni por la rutina de hospitales y vis a vis de prision tras los barrotes beige deteriorados por el tiempo que ningún gobierno se había reparado en repintar. A fin de cuentas quien suele fijarse en las cosas por dentro, cuando la fachada mantiene el tipo.
Algunas cosas nunca cambian. Aun pasa por mi cabeza toda la filosifa de la reencarnación budista, y si estaré matando al tatarabuelo de alguien cuando una polilla se posa frente a mi ordenador mientras escribo con las ventanas abiertas y lo aplasto con mi móvil. Golpe seco.
Creo que una vez escuché decir a alguien que los locos solian ser felices en su propio mundo, no porque pudieran ver unicornios de color rosa, ni nada por el estilo; no creo que nadie esté asi de loco; sino porque la realidad; la cruda realidad,, con todas sus posibilidades, fallos, acciones, decisiones y consecuencias; era mucho más asfixiante que cualquier fantasia que pudieran imaginar. Aquellos que no están locos…Los que no están locos aguantan bien el tipo en esta realidad.
Dicen que lo que no te mata, te mata te hace mas fuerte. De pequeño nunca fui de los que querían ser como Superman. De hecho, pensándolo bien, quería ser como mi padre. Pero con el tiempo, descubres que algunas cosas que creias de pequeño, distan mucho de la realidad.
Aun me regodea el remordimiento cuando le digo que no al vagabundo que hay en la esquina de mi calle cada vez que voy al trabajo y me pide calderilla todos los días. Me digo a mi mismo que si tuviera que darle dinero todos los días, seria como mi hijo adoptivo, y si a mi no me dan paga, a el menos. Aunque siempre pienso que quizás valore la amistad mas que eso y aun ni si quiera le he preguntado por su nombre. Aun no soy capaz de escribir sobre cosas alegres.
Dicen que acabamos pareciéndonos a nuestros padres. Asi que rehui de drogas, rehui del alcohol y confie en que todas mis decisiones me lleven en dirección opuesta al futuro que todo el mundo dice que me esperaba. Paso a paso, empecé a creer que podía ser algún tipo de superhéroe y algún dia despertaría, y mi mundo estaría lejos de aquí, a mitad de camino en la dirección que yo quisiera. Pero a veces aquello de lo que huimos nos alcanza. Y a veces, solo a veces, huir de la cosa que mas nos aterraba, es precisamente lo que nos convierto en eso que mas temiamos ser.
Algunas cosas no cambian nunca, y Superman no puede pretender cambiarlo todo, pero…
Cuando esta en una azotea si puede ir corriendo al precipicio a sentarse y mirar por el borde a descubrir las vistas, y a pensar que en mil años ya nadie podrá ver el horizonte desde ese punto, cuando todo se haya derrumbado, y habra visto el mundo desde un punto en el cielo que no muchos habran visto. Cuando este en el océano podrá bucear para abrir los ojos y saludar a los erizos y las algas que tantas sombras hacen y paranoia provocan. Cuando esta en el hospital, puede sonreir elegantemente a la enfermera de turno mientras carga la aguja y preguntar por la cafetería mas cercana ya que el ayuno le esta haciendo mella, tratando de sacarle una sonrisa y distraerse de la sangre que recorre la via de su brazo. Puede arrollar cucarachas con sus enormes zapatos y empezar a disfrutar de su crugido indistinguble. Encerrarse en el salón de las casas enormes a oscuras, poner la radio para que el locutor le haga compañia, pegar el sofá a la pared y acampar en el sofá hasta que sea de dia, repitiéndose que los vampiros no existen. Puede correr aullando por el bosque, hasta salir de el o llegar a casa, repitiéndose que los zombies no existen.
Porque aun no consigo no tener sudores frios al quedarme a solas con esa chica que me gusta o decirle a mi padre mientras le conecte los tubos de la bombona de oxigeno lo que de verdad siento. Pero si me asfixio es por que me dejo, si mi rutina me hunde es porque puedo con ello y si he perdido parte de esa libertad que con tanta fuerza me gritaba que huyera, es porque aunque la realidad me anestesie; con la cabeza alta puedo tocar fondo y puedo sonreir porque he aprendido a encajar los golpes, y por mucho que rehuya algunas cosas, nunca estará en mis planes rendirme y dejar de soñar a lo grande.
Pero por mucho que algunas cosas no cambien tengo miedo a mas cosas de las que recordaba tener. Mientras todos los que crei conocer están en el umbral de su juventud, se encuentran cruzando el puente entre la vida en la que yo les conoci y el próximo que les espera, tras esa graducacion de universidad, esa entrevista de trabajo, ese programa de intercambio en el extranjero… Uno a uno, los que una vez conoci, dejan de existir, con la promesa de que nos volveremos a encontrar mas adelante. Mientras todos dan pasos hacia delante, lejos de aquí, haciendo todo lo que pensamos que debemos hacer para conseguir esa vida que todos anhelamos, me pregunto si el hecho de no huir de esto, de no hacer lo mismo que ellos, sea un error. Pero hasta que decida si lo es o no me mantendré con mi decisión de no abandonar a mi familia, de no abandonar lo que empece. Solo. Solo espero que cuando nos volvamos a encontrar mas adelante, me haya convertido en el Superheroe que un dia estuve convencido que seria.
Hasta entonces cargaré y afrontaré mis miedos, de la única manera que se, solo y en silencio. Al fin y al cab, también, me asusta que me roben el corazón de nuevo. Aun no se donde ha quedado el que yo conoci. Pero supongo que hasta que lo vuelva a encontrar, seguiré con las velas en alto en rumbo adonde me lleve el viento de las decisiones triviales de las grandes voces de mi pequeño mundo de fantasia.
Mi madre siempre dijo que era muy cabezota. Supongo que en verdad, hay algunas cosas que nunca cambian.
Voy a dormir. Despierto en una hora para ir al trabajo.
Buenas noches
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