A veces no consigo dormir.
De acuerdo a National Geographic, si no
consigues dormir, es porque no puedes dejar de pensar. A veces me
masturbo, tratando de desconectar. No me mal interpretes, lo suelo
hacer mas por gusto y por necesidad; mas que como una alternativa de
spa tratando de curarme el insomnio. Pero dicen que el orgasmo libera
endorfinas, serotonina y mas drogas naturales mucho mas eficientes
que cualquier dormidina prefabricada en un laboratorio de farmacia.
Pero a veces, la masturbacion no es la
solucion. Igual que en las mujeres, los hombres tambien distinguimos
entre orgasmo y eyaculacion. Pues bien, esta noche no puedo dormir. Y
creo que estoy rozando la deshidratacion sin haber alcanzado un
orgasmo que satisfaga mi sed drogodependiente de relajacion. Aun esta
hinchada. Y a pesar de redirigir gran cantidad de sangre por mi
cuerpo, mi mente sigue despierta. Solo que ahora, poco a poco,
caricia a caricia, mis pensamientos van tomando forma. Al menos, ya
no es un despertar sin sentido.
Ya podrias estar aquí.
Algunos llaman al orgasmo “la petit
mort”, pues esta noche podriamos morir los dos.
Recuerdo una de esas noches. Estabamos
en nustro piso. Suelo de madera. Balcones mirando hacia la plaza de
Sol. Un espejo enorme, de suelo a techo en mitad del salon. En las
paredes nada mas que cuadros de nuestros viajes. No recuerdo que hora
era. Ni claxones, ni gente en la calle, solo se escuchaba uno de los
primeros albumes de Gotye.
Flash! Me encanta esa mirada, que me
echas despues del flash. Dejo la camara a un lado. Te agarro del pelo
y te empujo hacia delante obligandote a apoyar la mano sobre el
espejo. Me miras de reojo mientras, voy bajando por los rincones de
tu espalda con mis labios. Te rodeo la cintura mientras me miras a
traves del espejo y nuestras manos se entrelazan sobre el cristal.
Nuestras sombras empiezan a bailar sobre la pared. El sudor empieza a
llover sobre el suelo. Nuestros cuerpos se resbalan, pero sin
separarse ni un instante. Me duelen los huesos de la cadera de chocar
contigo. Me estoy quedando sin aire. Solo te respiro a ti.
El lambrusco comienza a nublarme la
vista. El placer comienza a nublarme la mente. Y en mis oidos resuena
el ballet de las almas, al ritmo del crujir de la tarima bajo
nuestros pies, y los suspiros de nuestras bocas. El aire se vuelve
espeso con el calor. No me importa. No me hace falta respirar.
Nuestras huellas firman el espejo, mientras cerramos los ojos y hundo
mis dedos en tu piel. No me hace falta respirar. Esta noche, no me
hace falta nada mas que tu. No me siento. Somos uno.
Despues de un rato, se aclara el aire y
recupero un poco la cordura.
Solo esta encendida la luz de la
cocina, pero puedo verte a mi lado en el sofa frente al balcon. Luz
de hotel, lo llamas. Suave, pero erotico. Nitido pero sensual. Ambos
estamos completamente desnudos. Agotados. Estas senatada con las
piernas recogidas y la cabeza echada hacia un lado. Mirandome
mientras te muerdes el labio. Estoy tumbado,con medio cuerpo fuera,
convirtiendo el sofa en un chaiselonge. Me encanta mirarte. No se
cuando fue la ultima vez que perdi de vista al tiempo. Te deseo. Me
acaricias el pelo mientras me miras. Tus dedos me electrifican y me
empiezo acariciar. No lo puedo evitar. Verte, sentirte...me excita,
lo sabes.
Extiendes tu mano a ayudar a la mia,
pero no te dejo. Mis dedos recorren mi piel, envolviendola con mi
mano y apretandola firmemente hasta estirarla lentamente. Tus dedos
se entrelazan a los mios y voy guiando tu mano. Desde la punta, hasta
la base... pareces una cazadora apunto de saltar sobre su presa,
preparando el terreno con los dedos. Te acercas a mi lentamente. Mi
corazon palpita mas fuerte mientras me clavas la mirada en la mia y
extiendes la lengua lentamente siguiendo el recorrdo de tus dedos y
electrocutandome de placer.
Las venas se hinchan. La piel se tensa
y palpita al ritmo de las silabas de tu nombre. Mientras mi cuerpo
desaparece bajo el arco de tus labios, tus manos envuelven mis
huevos, clavandome las uñas recien afiladas. La mezcla de placer y
dolor tensa todo mi cuerpo. Los musculos del cuerpo me arden de la
tension.
Te separas de mi un instante para coger
aire. Tu mirada...puro deseo...
Vuelves a hundirme dentro de ti. No
puedo verlo. Pero puedo sentir tu lengua, calida y humeda sobre mi,
apretandome con tus labios. Las lagrimas te recorren la mejilla
mientras me agarras de la cadera mas fuerte, clavandome las uñas en
las nalgas, en un intento de autoasfixia, o reto personal. A ver si
puedes hacerla desaparecer entera, dentro de ti. Algunos llaman al
orgasmo la petit mort, pues esta noche parece que tus intentos van a
ser para que muramos los dos.
El cuerpo me va a estallar. El orgasmo
que vas provocando en tu boca empieza a extenderse por mi pecho. Y
mientras trato de averiguar si la imagen de ver como tratas de
devorarme mientras te saltan las lagrimillas me conmueve o me excita,
cominezo a sentir como cada celula de mi ser estalla. No oigo nada.
No huelo nada. Apenas veo. Saboreo el sudor de mi propia piel. Se que
siento, pero aun no se el que. Mi cuerpo no para de temblar Y aun
sigues lamiendome, provocandome espasmos que mas tarde me daran mono
de ti, cual drogodependiente.
Tras lo que parece una eternidad, logro
respirar. Te busco con la mirada. Entre mis rodillas , limpiandote la
comisura de los labios, empapada. Te agarro de la cara y me acerco a
besarte. Un beso suave. El dulzor amargo que comparten nuestras
lenguas, me es familiar. Nuestra mirada, complice, tambien lo es.
Solo tu y yo, sabemos lo que significan esas miradas.
Sera nuestro pequeño secreto.
Aun no se que hora es, pero se que ha
pasado toda la noche.
Contigo siempre pasa toda la noche.
Ojala estuvieras aquí.
Hay veces que no consigo dormir. Hay
veces que no consigo ponerle remedio. Pero algunas veces, si me paso
la noche en vela, escribiendo y pensando en ti, puedo imaginarte a mi
lado susurrandome al oido. Esas veces, solo imagino que estas aquí y
que te siento entre mis brazos, y no me hace falta mas que imaginar
que estoy junto a ti, para dormir. Te deseo. Te adoro. Te amo.