En un abrir y cerrar de ojos

Y tan facil y tan rapido como un abrir y cerrar de ojos, sucedió: el tirar de la cadena. 

Tan facil como un accidente de trafico y tan rapido como un disparo en la sien. Se destapo el desagüe de su corazón en el que se guardaban hermeticamente los recuerdos pasados y los que estaban pendientes de venir. El recibo del alquiler de la primera casa que compartimos juntos, la foto en blanco y negro de la ecografia de nuestro primer hijo. El primer buenos dias que te daba escrito con pintalabios en el espejo del baño... Bonitos recuerdos. Todo guardado, bajo la presion de nuestras promesas de sueños y esperanzas de cosas que algun dia ibamos a cumplir.

Pero tan facil y tan rapido como un abrir y cerrar de ojos, lo arrancaste todo de golpe...no como un huracán, no...demasiado cliché y ...natural. Solo porque ocurra a diario en esta sociedad, no implica que sea algo natural. Mas bien, como un desahucio. Rapido, sin piedad, de la nada...y antes de que te des cuenta, estas con el culo al aire haciendo lo que sea por sobrevivir hasta mañana, tratando de ver donde coño en el horizonte estará tu yo de ayer que no se estaba ahogando tanto como hoy.

Me arrastro al alfeizar mas cercano, con la curiosidad de querer ver un atisbo de la vida tras la ventana. Donde los niños juegan a ser hombres y las niñas juegan a ser mujeres. Ambos disfrutando, fingiendo jugar a las casitas, como en las peliculas, cual Cary Grant y Sophia Loren. Pasa poco tiempo antes de que a uno de los dos se le engancha la piel del cordero en los clavos mal puestos en los muros de carga de la cocina de su casa del arbol. Y mientras uno se indigna en condicion de sorpresa porque las cosas no era lo que parecia ser, otro se irrita por encontrarse en una situacion a la que no sabe como ha llegado. Y entre el forcejeo, la piel de cordero se engancha al clavo mal colocado y en un abrir y cerrar de ojos...

La realidad que nosotros mismos construimos ante nosotros, se desvanece, en un abrir y cerrar de ojos.