Sabor Amargo

Blanco. Era su color de piel y sus amigos mulatos no le daban tregua. Pero en este momento, Jack estaba tan palido como la hoja que tenia en su pantalla de ordenador. Deseaba tanto que no lo fuera. Al fin y al cabo, supuestamente era escritor. O eso decian. Pero no estaba blanco porque no podia escribir. Estaba blanco por lo que le habian escrito a el...de ella.

Las lagrimas le mantenian despierto. Hacia meses que no escribia, al menos algo digerible. Y con cada amago de escribir comenzaba a sudar y a temblar. No podia pensar nada mas que en ella. A veces el recuerdo de un momento con una persona es mas fuerte que el recuerdo de persona en si. Para Jack, daba igual. Ella lo fue todo. Ahora que ya no estaba, deambulaba perdido entre los dedos del alcohol. Pero ni el alcohol le daba fuerzas para coger el telefono y confesarle lo que sentia. Y con el recuerdo de su sonrisa, soñaba despierto a cada instante, con una chica que ya no existia. Al menos, entre sus brazos.